Las decisiones, son la fuerza de tus ideas, de tus ideales e ideologías. Representan a la experiencia que has adquirido a lo largo de la vida y a la persona que eres, a tus valores y principios.
¿Alguna vez te has cuestionado por las decisiones que tomas?
Yo lo hice mil veces. Es normal que en ocasiones te sientas arrepentido por las decisiones que tomas, que te cuestiones preguntándote si fue o no lo correcto, pensamos en el hubiera, pero es aquí donde entra el consejo de un muy buen amigo, Ricardo Novela, colaborador de esta página, me dijo una frase que me impactó y que aún llevo conmigo por la grandeza de este consejo: “No hay decisiones malas o buenas, porque en ese momento, para ti era la decisión correcta, pasó por tu cabeza la situación, la valoraste y en conjunto con tu experiencia y los conocimientos que tenías en ese momento, te hicieron tomar esa decisión. Entonces no hay decisiones malas o buenas porque en ese momento era la correcta, aunque tal vez ahorita ya no”.
Y entonces viene un cambio mental, porque no es lo mismo estar arrepentido, adolorido y molesto por las decisiones que tomaste, a estar tranquilo, sereno y aceptando las consecuencias que trajeron consigo, pero sobre todo aprendiendo de esas decisiones tomadas. Creo firmemente en la tercera ley de Isaac Newton que dice: “Si un cuerpo actúa sobre otro con una fuerza (acción), éste reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de sentido contrario (reacción)” en simples palabras toda acción tiene una reacción.
Si aplicamos esta ley para las relaciones humanas, podemos ver que también existe una relación con lo que vivimos en el día a día, es muy común que le llamen Karma, cuando te acontece una situación desfavorable, hacen referencia de esta palabra justificando que te sucedió a ti porque te has portado mal y se te regresó.
Todo esto es gracias a que las decisiones que tomaste traían consigo una reacción, una consecuencia o como quieras llamarle. Si las decisiones que tomas es para dañar física o moralmente a una persona, no esperes un regalo a cambio, si las decisiones que tomas es para ayudar a otras personas, darles consejos y apoyarlas en los momentos difíciles, estoy muy seguro que ellos harán lo mismo cuando tu estés en una situación difícil.
Entonces ¿Quién tuvo las decisiones en sus manos?
Tu decides si realizas acciones correctas o no tan correctas, aunque alguien más esté influyendo en ti, al final de cuentas tu eres quién toma la decisión de realizarlas o no. Y absolutamente nadie puede obligarte a realizar algo que tu no quieres, en ese caso tú tienes la decisión de retirarte de esa persona, tú tienes la decisión de denunciar a esa persona y tú tienes la decisión de ser feliz.
Si tu no tomas las decisiones alguien más las tomara por ti, y lee esto aunque sea un poco agresivo, las mascotas no toman decisiones, el dueño las toma, es el quien dice a qué hora come, si come o no. Entonces te invito a no ser la mascota de nadie, has valer tu derecho como persona pensante de tomar las decisiones que creas que son importantes en tu vida. No todas las veces se puede decidir y más cuando trabajamos en equipo, ya sea tu pareja o colaboradores de trabajo, pero sí que tomen en cuenta tu opinión.
Créelo ¡eres el mejor! y las decisiones que tomes son sabias, porque has aprendido de los errores, acepta las consecuencias con la cara en alto y vive esta vida con la decisión de ser feliz aunque estés en una montaña rusa.
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