Tu consumidor
Pareciera sencillo detectar que es lo que verdaderamente quiere o necesita, sin embargo es todo un gran desafío, sobre todo cuando se llega a creer que la idea de negocio o de venta, es fantástica y puede ser que tu consumidor no piense lo mismo, pero no sabes qué es lo que a este consumidor le resulte fantástico y valioso.
Definitivamente es imposible meterse en el cerebro de un consumidor para saber a ciencia cierta qué es lo que verdaderamente quiere, pero no por ese motivo es imposible medir y detectarlo.
Lo primero que me interesa que sepas es que toda la información que necesitas saber está ahí, enfrente de ti, la situación está en que quieras verla, en que te intereses en descifrar lo que el consumidor quiere decir con sus acciones, su comportamiento, su lenguaje del cuerpo, etc.
La tarea de interpretación de las acciones de las personas, es larga pero es el mejor capital que puedes tener, ya que eso siempre te dará más.
El capital intelectual es el único que no se puede disminuir, y usar ese capital para lograr tus objetivos es la forma más segura de hacerlo, ya que volverás tangible y visible lo que es intangible e invisible, por lo tanto nadie podrá quitártelo, ni pirateártelo, ni imitar, porque solo podrán imitar lo que ven, el capital está donde NO se ve.
¿Cómo descifrar que quiere tu consumidor?
Cuando se habla de emprender, se habla también de riesgo, ganar o perder, ilusiones, de sueños, y desilusiones. En realidad eso es vivir y así es como tiene sabor la vida, sin embargo podemos hacer que esa montaña rusa, que es la vida, tenga un tren más seguro que no evitará las curvas ni las subidas o bajadas, pero si evitará que le pase algo a estos pasajeros que puedan estar en ella.
Para saber descifrar lo que quiere un consumidor de manera rápida, sencilla, y sobre todo con menos riesgo, es desarrollar un prototipo de aquello que deseas emprender, de manera que se pueda convertir en una oferta inicial viable, y que esa oferta permita transmitir el corazón y la esencia de tu idea, sin invertir todo el dinero y tiempo en eso antes de medir el probable impacto que tendrá.
Vamos a suponer que quieres vender pasteles de pistache que es una receta de tu abuela, que es única y deliciosa, a toda tu familia le fascina, y claro a ti también, y si a ti te fascina y a tu familia también, obviamente las demás personas les va a encantar (así es como pensamos ¿cierto?)
Déjame decirte que no necesariamente, cuando se habla de la familia, siempre se involucran factores que convierten todo lo que hay en ella, en algo más valioso de lo que podría ser para alguien más, ya que la comida de una mamá sabe mejor porque es de ella, por el vínculo emocional que tenemos ahí, ese vínculo que no tiene el consumidor.
Debido a esas razones se pueden cometer errores tan grandes, tan costosos y dolorosos, que nos puedan deprimir en nuestro camino de emprender, y que puedan hacernos pensar que no podemos y que nos regresemos a hacer lo que sabíamos que daba mejores resultados, por lo menos no era tan doloroso.
Cuando haces un prototipo y lo conviertes en una oferta que transmita la esencia de lo que piensas vender, te ahorras dinero y tiempo.
A tu consumidor debes ofrecerle ese prototipo, y ponerlo a la venta, tienes que ver de manera real, si en verdad tu consumidor lo compraría. Cuando tú haces una encuesta, las personas pueden mentir, no tienen que hacer una acción, no es lo mismo decir que si te lo comprarían a verdaderamente comprarlo.
Que una persona saque la cartera para comprar tu oferta es la forma más segura de saber si tu consumidor en verdad compraría lo que tú ofreces.
No tengas miedo a emprender, no le tengas miedo a las ideas por mas locas que parezcan, hazlo y ofrécelo, produce unos cuantos y trata de venderlos.
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