Persuasión podría definirse de una forma sencilla como: hacer que alguien adopte una manera de pensar o de actuar mediante el uso de argumentos, influyendo en la postura del otro hacia un evento, idea, objeto o persona.
Para Aristóteles la retórica es el arte de descubrir en cada caso particular, los medios adecuados para la persuasión. Cabe decir que esta capacidad no es universal, pocos son los que tienen la capacidad de influir en los demás y convencerlos de algo.
Persuasión: Convencer o desanimar
Viene a mi mente aquella frase de dominio popular que reza: “Y el entrevistador terminó entrevistado” resulta excepcional para explicar lo siguiente, puesto que en el proceso de la persuasión, de manera inesperada también se puede revertir el objetivo de incidir en el otro, si no se tiene la suficiente precaución. Por ejemplo, demostrando inseguridad, falta de conocimiento, ofreciendo datos erróneos o una ligera sensación de desconfianza.
Hablo de cada uno en lo particular, sin embargo, si dos o más de ellos se suman mientras pretendes convencer a alguien de algo, estarás presenciando una verdadera catástrofe.
En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Duke, se demostró que existen palabras poderosas que ayudan en el proceso de persuasión, tales como: tú, dinero, ahorrar, nuevo, resultados, salud, seguridad, fácil, amor, descubrimiento, probada y garantía. Así mismo palabras positivas asociadas a la felicidad tales como: increíble, confiable excepcional.
Además de palabras de transición que resultan útiles para mantener la inercia y dar impulso a los oyentes a ver que hay muchas razones por las que deberían de estar de acuerdo contigo, creando un efecto expansivo en el oyente al usar: por ejemplo, por lo tanto, por otra parte.
Nunca olvides que los datos y estadísticas fortalecen cualquier argumento, como la opinión de expertos o información numérica, pues ya lo dice el dicho:” Los números no mienten” y ello dará credibilidad de inmediato a tu argumento.
Estos son 10 consejos para tener éxito en el plano personal (seducción) y mercantil (ventas).
1.- Elige el momento y el contexto adecuado.
2.-El discurso debe girar en torno al oyente (El otro).
3.-Un gesto a favor de la otra persona puede disparar la reciprocidad.
4.-Persistencia, atención en el otro en todo momento, sin caer en la devoción.
5.- Basarse en la honestidad.
6.-El arte de persuadir, subyace en la explotación del deseo “aquí y ahora”
7.- Ser claro.
8.-Preparate: conoce el contexto, cuanto más sea posible
9.-Manten calma y certeza ante un conflicto, esto te otorgará la imagen de líder.
10.-Preparate física, mental y anímicamente para la persuasión, un toque de buen humor es infalible.
Es impresionante cuando al poner en práctica estos sencillos consejos logras los resultados que tú quieres y no los que el destino o el azar te revelan.
Finalmente aquí radica el sentido de la persuasión, convencer al otro de lo que tú quieres. ¿Te imaginas lo que una persona que domina este arte puede lograr? Pues no lo pienses más y comienza a averiguarlo.
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