Actualmente es de suma importancia aprender a solucionar problemas que surgen en nuestras vidas, el ajetreo en el que nos hemos envuelto en las ciudades, nos exigen una mayor capacidad de reacción y de astucia para poder solucionar los problemas, aunque la mayoría de estos son causados por nosotros mismos por no hacer las cosas a tiempo, por no llevar un control, por no tener la información adecuada, etc.
Voy a hacer referencia del principio 90/10 de Stephen Covey, para entender un poco más acerca del tema, este principio nos dice:
El 10% de la vida esta relacionado con lo que te pasa.
El restante 90% está determinado por la forma en que reaccionas a eso que pasa.
En otras palabras, nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de lo que nos sucede. No podemos evitar que el automóvil se descomponga, que el camión se retrase, que nos sorprenda la lluvia, que a causa de un accidente lleguemos tarde a una reunión o trabajo, estos sucesos arruinan por completo nuestros planes. No tenemos control de este 10%.
El otro 90% es diferente, pues, solamente tú lo determinas ¿Cómo?… Con tu reacción, con tu manera de ver las cosas, con tu capacidad de solucionar problemas. No puedes evitar la lluvia, pero si puedes consultar el clima del día y tomarte un tiempo razonable, cargar paraguas, etc.
El solucionar problemas implica un cambio de mentalidad.
Mi maestro del bachillerato, al que todo mundo tachaba de loco por sus pláticas motivacionales, en una ocasión nos preguntó: ¿Qué es un problema? Hubo varias respuestas a su pregunta, pero ni una se acercaba a lo que él esperaba escuchar, mirándonos un poco ingenuo nos respondió: y si les dijera que los problemas NO EXISTEN.
¡Sorprendente! LOS PROBLEMAS NO EXISTEN, ¡como si no tuviéramos los suficientes todos los días!, suben el precio del servicio de transporte, suben el precio de la gasolina, tenemos hijos que mantener, tenemos mucha tarea, tenemos conflictos con algunas personas que nos rodean, entre otros PROBLEMAS (bueno eso pensé yo).
Y continúo diciendo: borren de su mente la palabra problema y cámbienla por esta: en el pizarrón escribió RETO.
Cuando cambiamos la palabra RETO por problema, el enunciado cambia totalmente de significado en nuestra mente, por ejemplo, si mi problema es que llego tarde a todos lados, me digo a mi mismo, haber Diego te reto a llegar temprano a tu próxima cita. Si mi problema es que no controlo mis finanzas personales, me digo te reto a que puedes guardar 10 pesos al día.
Entonces, la palabra PROBLEMA ya no tiene que estar en tu mente, tienes que retarte a ti mismo a dar lo mejor de ti, a dar el extra en cada actividad que realices, si practicas esto de manera constante, tu capacidad para solucionar problemas se irá incrementando de manera sorprendente, no te vuelvas una persona llena de problemas, conviértete en una persona de retos.
¿Puedes?
muy buen articulo me ayudo grax.
Te felicito y agradezco Diego, tu artículo me pareció interesante y muy útil para aplicar en nuestras vidas.
Muy cierto todo lo comentado, me ayuda mucho a ver la vida desde otra perspectiva y de manera positiva. Gracias!!!